Mis propósitos (futuros despropósitos) para 2009:
-Que mi familia, estén orgullosos de mi (porque los cuido como se merecen), hacer deporte, mantener el trabajo, trabajando duro, mantener el blog, mantener a mis amigos (y si puedo, hacer más), viajar un poquito, sonreir más, aprobar alemán (das ist schwierig), seguir leyendo y alguna cosa más, que si recuerdo os la pondré como comentario..¿y los vuestros?
Como continuación al Cuento de Crueldad iniciado por Javi_P, os dejo mi propuesta de final:Os recomiendo leer, previamente el inicio del cuento, pulsando el link, o pulsando sobre la caja de regalo.
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A la mañana siguiente, días 26, a las siete en punto, se despertó de buen humor. Pocas cosas le hacían sonreír tanto como el recuerdo de las caras llenas de frustración por alguna maquinación enrevesada. Ayer había sido un día sin parangón. Tras estirarse sobre la cama y casi sin abrir los ojos extendió el brazo y cogió los calcetines del segundo cajón de la mesita de noche. Al ponérselos descubrió que uno de ellos estaba adornado con un rotundo agujero, dando escapatoria al dedo pulgar del pie derecho. Él no tenía por qué ocuparse de ciertas cosas. Miró por encima del hombro a su mujer, todavía dormida y, con una mueca de sonrisa torcida, pensó que la venganza es un plato que se sirve frío.
Café caliente y noticias en la televisión fueron el preámbulo a su habitual paseo de quince minutos hasta la oficina. Durante el paseo había pensado en planear algo dedicado a su esposa, a la altura de su descuido por el agujero en su calcetín, pero pincharle un globo a un niño y darle una patada a una caja metálica con monedas de un indigente, le mantuvieron entretenido.
Ya en la oficina, a las ocho menos cuarto, cuatro llamadas al azar. Nadie tenía porque seguir durmiendo mientras él ya estaba levantado. Risas tras colgar el teléfono. Revisión del parte de ausencias: Pérez, Carrascosa y Benítez…ya daría cuenta de ellos. Órdenes por doquier, casi siempre recibidas con mirada temerosa, por si detrás pudiera haber alguna sorpresa desagradable; dos cafés más, antes de su reunión de fin de año con la junta directiva que finalizaba alas once y media. Demasiado pronto para dejar de trabajar, o al menos para marcharse de la oficina, pero: Qué narices, – pensó- para algo soy el jefe del departamento.
Así que, tras enfundarse nuevamente su gabardina, tres cuartos beige, dirigió sus pasos de vuelta a casa, retomando con auténtica voracidad sus pensamientos de venganza por el asunto del calcetín. Iba a darle un escarmiento que no dejaría lugar a dudas de cómo debía de ser el estado de sus calcetines. Entró en casa con sigilo, sin proclamar su presencia, como hacía habitualmente. No había ruidos. Posiblemente en la compra. Dejó a un lado la bonita caja de regalo del día anterior, casi apartándola debido a su gran tamaño…Qué caja tan espectacular – pensó satisfecho de aquella fechoría, mientras se encaminaba hacia su dormitorio, a cambiarse de ropa y a seguir maquinando la dulce y fría venganza con la que escarmentaría a su esposa. Conforme se acercaba al dormitorio unos extraños ruidos le pusieron en guardia. El silencio de la casa al entrar le había hecho suponer que la casa estaba vacía. Decidió acercarse lentamente, lo que hacía el sonido aún más claro y perceptible…jadeos…risas…se sintió mareado, no podía ser, el era malo, pero todos le respetaban. Le respetaban mucho; y más su esposa…la caja…esa caja de la entrada, grande y bonita…la fiesta del “amigo invisible” en la oficina…NO!!!!...abrió la puerta para encontrarse a Carrascosa –el becario- tumbado sobre su cama, con su esposa sobre él, en una posición en la que nunca la hubiera imaginado con otro hombre, excepto él…Nunca pensó que él podía ser traicionado, que él podía ser la víctima…
Pasó el año triste, alicaído. Se corrompía por dentro cada vez que veía la mesa de Carrascosa – ascendido a técnico junior- con la foto de la que había sido su esposa. Su carácter había cambiado tanto, como para ya no tener fuerzas ni de proclamar su malicia a los cuatro vientos…era un ser débil y accedía fácilmente a cualquier petición. Siempre taciturno, no escatimaba en medias sonrisas, con tal de no tener que enfrentarse a la vergüenza de una mirada de más de cinco segundos. Ahora cogía el autobús y cedía su asiento, con tal de no obtener el reproche del resto de viajeros…se desvanecía…ya no se le podía decir “malo” y se dio cuenta. Se dio cuenta de que el respeto que le tenían no era tal, sino miedo y se dio cuenta de que no le gustaba, de que no se gustaba, tal y como era antes…y llegó Navidad y con ella la tradicional fiesta, en la oficina, del “amigo invisible”.
Caras desencajadas al verle llegar con la caja. Pocos se atrevían más allá de lanzar una mirada de reojo, sin girar la cabeza de la pantalla del ordenador. Una caja muy grande, muy bonita; justo como la del año pasado. Se plantó en la puerta de su despacho, justo en el centro de la oficina del departamento y pidió atención:
- Lamento no poder quedarme a la fiesta de Navidad. Tengo cosas importantes que hacer, pero no quiero irme sin desearos a todos feliz Navidad y cómo no, sin entregar mi regalo.
Se encaminó con paso firme, cabeza alta y sonrisa en boca hacia el becario. Un tal González, postrado casi en el archivo, como Carrascosa el año pasado. Todo el mundo indignado de lo que estaba a punto de suceder…creía que había cambiado – era el pensamiento general…dejó la caja sobre la mesa de González y con una sonrisa le deseo feliz Navidad:
- Que lo disfrutes hijo.
- Gracias, Señor.
Sin mayor dilación y sin esperar siquiera a que González abriera su regalo, se encaminó hacia la puerta de salida.
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...¿tal vez alguién querría continuar la historia?
Esta mañana he escuchado una bonita versión de un bellísimo "villancico" de John Lennon (gracias Conxi y Manolo), que ahora me sirve para desearos desde lo más profundo de mi corazón : FELIZ NAVIDAD y que nunca os falte la salud, la libertad, la paz y la sonrisa.
Para todos y en especial para "mis bloggers": Javi_P, Peter, Elena, Reme y Pau" (un año más en la red)
Si queréis ver más fotos de Venecia inundada, pulsar aquí X
...y es que esto del cambio climático...
Saludos de nuevo, querida bitácora, y también saludos para todo aquel que me quiera leer. El tiempo (cronológico) transcurre apaciblemente. Con el sosiego que confiere el hecho de no hacer demasiadas cosas fuera de la monotonía. Divina monotonía. Y es que a veces, hace falta un poco de calma, reflexión y vuelta a las costumbres del día a día, tras un verano, lleno de eventos, caras queridas y bonitos lugares, que apenas han dejado un respiro. En mi casa la organización es una cosa importante, como en la de casi todos, sobre todo a la hora de planificar las comidas. Es cierto que siempre se come, o una cosa u otra, pero preferimos comer bien y no sujetos a la improvisación y al “a ver que hay por la nevera”. Ya hace tiempo que la teníamos abandonada, pero recientemente hemos retomado una costumbre que adquirimos ya hace más de diez años, al emanciparnos: un plan de comidas semanales. Tan sencillo como un cuadrante en el que se ve, por días, lo que está previsto comer, tanto de primero como de segundo plato. Esto, no sólo te ayuda a la hora de preparar la comida para el día siguiente, sino que te advierte de descongelar, lo que vas a necesitar para mañana o de hacer la compra necesaria para poder cocinar lo previsto para el día o días siguientes. Por supuesto, el hecho de hacer este plan de comidas, no ha de quedarse allí. Eres tú, en este caso Estre o yo, el que se debe de quedar en la cocina un par de tardes o tres por semana, durante un ratico, cuanto menos mejor; evitamos las cosas demasiado elaboradas o muy complicadas que requieran demasiado tiempo. No es necesario para comer, cada semana, pasta, legumbre, verduras, carne, pescado…Las cenas son otra cosa, y eso que, al estar Simón, siempre elaboramos algo, pero suele ser algo más improvisado y muchas veces, no tan “equilibrado”.
El tiempo (atmosférico) está ya bastante fresco. El otoño a irrumpido con fuerza.
Tercera semana de Simón en el “cole de mayores”. La semana pasada, primera semana con horario completo (de 8:30, a 15:00, incluyendo autobús escolar y comedor), creemos que fue complicada para él. Y todavía le costará adaptarse. Simón no es precisamente un “todo-terreno”. Le enviamos una nota a Mª José (su señorita) indicándole que Simón no había traído su bolsita del almuerzo y a los dos días, cuando la bolsita ya había aparecido, recibimos su amable llamada explicando que no sabía del paradero de la bolsa. Le comentamos que ya la teníamos, que no había problema. Aprovechó la llamada para decirnos que llora bastante en clase, que le cuesta adaptarse a los cambios de actividades. Además, una mamá, con la que Estre hizo buenas migas durante la semana de adaptación de los niños, nos envió unas fotos en las que se ve a Simón haciendo el trenecito con sus compañeros de clase, para dirigirse al comedor. Con una manica sujeta la bata del niño de delante y con la otra se toca los ojitos, para secarse las lágrimas. La verdad, es algo descorazonador, conocer estos detalles (aunque prefiero conocerlos, porque lo peor es no saber nada), pero estamos bastante tranquilos, porque cada día se le nota con más confianza y por las tardes está contentísimo. Seguro que le costará adaptarse del todo unas semanas más, pero estamos convencidos de que lo conseguirá pronto.
¿Quién no recuerda su primer día de colegio?.
Recuerdo perfectamente la sensación de alejarme en el autobús escolar, mientras mi madre me decía adios, probablemente con mucha más angustia en el cuerpo que yo. Y luego en el cole recuerdo, ya en las filas, a mi vecino del barrio llorando y gritando porque quería venir conmigo a clase; su A, de Alonso y mi S de Soria, no eran compatibles si dividíamos a los niños en dos clases, por orden alfabético. Todo llega y todo pasa.
Y además la historia se repite. Simón ha comenzado sus clases en el "cole de mayores". El ha comenzado a ir al colegio siendo tres años más joven que cuando nosotros empezábamos, y eso se nota mucho. El pasado lunes, 8 de septiembre de 2008, por la mañana, y un horario bastante extraño, por eso de la semana de adaptación, Estre llevó al tigre al cole. Y también el martes y el miércoles. A mi me ha tocado hoy, jueves, y mañana viernes. Hemos apurado los días de vacaciones que nos quedaban, porque no teníamos otra manera de hacerlo. Esta primera semana, Simón acude a clase una hora o dos horas como máximo. La entrada suele ser llorando y la salida suele ser bastante feliz. Lo de dentro, pues lo que nos cuentan: unos días mejor que otros. Le va a costar bastante adaptarse, pero confiamos en que no se nos haga demasiado duro. Es ilusionante, marcarle la ropica y los libros y atender a reuniones donde te cuentan como son los planes de educación, etc, etc., pero ya tengo ganas de que pase el tiempo y de que el hecho de ir al cole no suponga un extra de ansiedad, y un escenario expectante de "¿cómo entrará?; ¿llorará mucho?; ¿le harán caso?; ¿comerá bien?..."...en fin, eso os cuento.
y algunos otros demostraron que, a los 36, todavía hay tiempo para intentar meterte en una barca hinchable y remar hasta los peligrosos manglares, mientras se proporcionan poses "artísticas" dignas de la mejor Almudena Cid. Qué grande eres Apeto!!...Ójala consigas tu sueño en Londres 2012.
En fin, un día magnifíco que disfrutamos de lo lindo y que esperamos vuelva a ser re-editado en 2009, esta vez con Richi y Ana. Fuerte abrazo para ellos y también para el resto.
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Y para finalizar esta entrada, aparte del contenido anterior, dejar comentado el último libro que he terminado estas vacaciones, MELOCOTONES HELADOS de Espido Freire (¿hermana de Oscar?), un libro ampliamente premiado, rápido y fácil de leer en el que se abordan temas bastante escabrosos como las sectas, la bulimia, y en general historias personales enmarcadas en un contexto un tanto misterioso, tal vez conferido por el propio carácter de los personajes. No es el típico libro, si lo que se busca es un buen argumento con una conclusión brillante, pero no te deja vacío en absoluto. No es que no tenga un buen argumento, ni una conclusión brillante (eso cada uno debe decidirlo), sino que, para mi, no es convencional. Tampoco ha sido uno de los libros que más he disfrutado, aunque es ampliamente recomendable.
Novela super-ligera. La leí en un día, y aunque es bastante previsible y la temática es comedia romántica, engancha bastante y es muy entretenida de leer. Lo recomiendo a las chicas y chicos que crean en los príncipes azules (que ñoño a quedado esto).
...y como ya huele, hago cambio en el reproductor de audio de la derecha. Si la vez anterior la temática era "MÚSICA ESPAÑOLA", esta vez la temática es "BON JOVI". Ya sabéis que es un grupo que me encanta; siempre me han gustado sus canciones, así que ahora os dejo una selección de las que más oigo últimamente. Espero que os guste. Por supuesto, si queréis hacer comentarios al respecto o peticiones, estaré encantado de atenderlas.
No me quiero despedir sin dar mi apoyo incondicional al gran Fernando Alonso (próxima carrera en Valencia...si a alguien le sobra una entrada, ya sabe que puede contar conmigo) y a todos los deportistas olímpicos en Pekín 2008.
En la próxima entrega os contaré nuestras peripecias con Javi&Reme, esos cracks, que vienen a nuestra casita mañana mismo.
Espero que todos estéis teniendo un buen verano.
