La Pascua de Resurrección es el domingo inmediatamente posterior a la primera Luna llena tras el equinoccio de primavera, y se debe calcular empleando la Luna llena eclesiástica; sin embargo, ésta casi siempre coincide con la Luna llena astronómica, de modo que para efectos de cálculo es generalmente válido emplear la más tradicional definición astronómica. Por ello puede ser tan temprano como el 22 de marzo, o tan tarde como el 25 de abril.
Al margen de fechas ( a mi me gusta que sea pronto, por repartir un poco más las fiestas a lo largo del año), nosotros las hemos pasado en casa de familia, en Cerdanyola del Valles, con Conxi, Miquel y Joan, que nos abrieron las puertas de su casa de par en par. Estuvimos la mar de a gustico, con ellos, que ya hacía tiempo que les queríamos visitar.
En los tres días (de viernes a domingo) nos dio tiempo a dar un paseo por Barcelona, un par de ellos por Cerdanyola, ver a un montón de primos de Estre, descubrir (por primera vez) las delicias de un restaurante Japonés y el pescado crudo (no sabe a nada, sino le pones salsa), pero sobre todo de disfrutar de todos ellos y de mi Simón, que cada día me tiene más ciegico, con su recien estrenada verborrea, que va en aumento. Ya estamos en la fase de las preguntas y de querer jugar sin parar, de sol a sol. Estos días le hemos perdonado las siestas, pero no por eso se acostaba antes, todo lo contrario. No paraba de jugar, con todos lo juguetes de Joan, y con el propio Joan, cuando la diferencia de edad y el idioma lo permitían.
Una Semana Santa magnífica.