Tan superficial, tan leve, como lo que nos explica Kundera de la existencia humana, a través de los personajes de su libro. Esa levedad, que se opone al peso, es precisamente eso, la superficialidad que tienen las cosas, incluso nuestra existencia humana, por el hecho de tener una sola vida, sin posibilidad de repetir, de poder ensayar acciones y decisiones importantes que debemos de tomar (¿Nietzsche?). Este es el fondo del libro, junto con muchas otras reflexiones, que te hacen pensar.
Narrando en primera persona, nos muestra las relaciones entre cuatro personajes: Tomás, Teresa, Sabina y Franz, pero sobre todo lo que más me ha gustado, independientemente de la historia y del fondo filosófico, es lo que profundiza en cada personaje, en sus pensamientos y en su manera de ser. La mayor parte de la historia se desarrolla en la antigua Checoslovaquia (patria del autor), a finales de los sesenta, en plena ocupación rusa (menudas escabechinas que debieron hacer los rusos, y que no nos enteramos). El escenario, desde luego, juega un papel importante en los acontecimientos.
Lo he pasado bien leyendo este libro, pero creo que hay que encontrar el momento para hacerlo. Y no me refiero al momento del día, sino a la época de tu vida, o del año o de lo que sea, puesto que, si no se está acostumbrado a las exposiciones y razonamientos filosóficos, en ocasiones puede resultar algo difícil de digerir. En algunas fases no es lo que se dice una lectura ligera. En otras la novela es bastante ágil y sencilla de leer, que nadie la descarte!!!
Como conclusión, se trata de un libro recomendable (obviamente, no descubro absolutamente nada), del cual se pueden obtener, además de buenos raticos de lectura, alguna conclusión sobre la vida misma (algo parecido que con 1984). En mi caso concluyo a favor del existencialismo, es decir, que yo mismo soy el que voy haciendo mi camino, pero eso sí, condicionado a muchísimas cosas, como podrían ser, principalmente el resto de personas, y las miles de casualidades e imprevistos con que nos encontramos y que, te dirigen en la vida…¿cuántas veces hemos pronunciado la frase: “no queda otra alternativa” ante una decisión? ¿no significa esto que, en ese mismo momento, no es el ser (nosotros) el que decide, sino que las circunstancias que eventualmente le rodean, están decidiendo por él?
Como alternativa, me parece que hay película.
Agradecer a Estre la recomendación. Ella tuvo su época de Kundera. De hecho creo ha leido cuatro o cinco libros...demasiado para mi.
Prometo mayor levedad en la próxima entrada…aunque…¿decidiré yo, finalmente, la próxima entrada?
1 comentario:
Jo tío. Te admiro. Qué capacidad para la lectura. En serio, que das toda la envidia.
Seguiré esforzándome.
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